Cómo migrar tu sitio web a un nuevo proveedor de hosting sin problemas
Si tienes un sitio web, contar con un buen servicio de hosting es muy importante ya que es lo que nos permite tener nuestra página en línea de manera rápida y efectiva. Sin embargo, en ocasiones puede ser necesario cambiar de pruebas de hosting por diversas razones: un mejor precio, una mejor oferta de servicio o simplemente la necesidad de mayor espacio de almacenamiento.
Aunque puede parecer complicado, migrar un sitio web a un nuevo proveedor de hosting no tiene por qué ser un proceso estresante ni difícil. Con un poco de planificación y siguiendo los pasos adecuados, podrás realizar la migración sin problemas y mantener tu sitio web en línea durante todo el proceso.
Aquí podrás ver cómo migrar un sitio web a un nuevo proveedor de manera sencilla y efectiva. Te daremos consejos para que puedas hacer una copia de seguridad, configurar tu nueva cuenta, transferir los archivos y probar que todo siga funcionando. Sigue leyendo para aprender cómo migrar tu sitio web de proveedor de hosting sin problemas y asegurarte de que tu página web nunca deje de estar disponible.
Cómo cambiar de proveedor de hosting fácil y sin complicaciones
Planifica hacia donde será la migración
Como con cualquier proceso medianamente complejo, es importante que antes de realizar ningún paso ni modificación de nuestro sitio web nos tomemos el tiempo de pensar y organizar cómo vamos a llevarlo a cabo.
Migrar un sitio web, si está hecho a la ligera, puede ser un proceso largo, difícil y lleno de obstáculos. Por eso es importante, si queremos evitar al máximo los problemas que puedan surgir, preparar y planificar bien cada paso.
Antes que nada debemos saber hacia qué servicio de hosting vamos a trasladar nuestro sitio web. Los motivos para cambiar, como dijimos antes, pueden ser varios. Tendremos que haber investigado y estudiado distintas opciones antes de tomar una decisión.
Además del motivo que nos empuja a cambiar de hosting, sea cual sea, tendremos que leer reseñas y comentarios online, características y precios. Solo así podremos tomar una decisión fundada.
A veces el motivo de migrar puede ser simplemente descubrir una oferta mejor. Quizás estamos pagando por un servicio que podemos conseguir igual a mejor precio o, incluso, gratis. Tal como el servicio de hosting de HubSpot que ofrece unas prestaciones de calidad y gran variedad de herramientas de forma gratuita.
Lo importante es siempre intentar migrar hacia un servicio que sea mejor. Ya sea por espacio, facilidades, ancho de banda o soporte técnico. Es señal de que nuestro sitio web está creciendo, que queremos ofrecer más servicios o una mejor calidad de contenido o, simplemente, que no nos contentamos y queremos siempre intentar mejorar.
Haz una copia de seguridad
Nunca se es demasiado cauto en lo que respecta a las copias de seguridad. Uno nunca espera que haya errores o problemas durante la migración, pero tampoco nadie puede asegurarnos que no vayan a suceder. Por eso es crucial intentar guardar toda la información, datos o versión de nuestra página web a buen recaudo.
Hay veces que por causa de fuerza mayor ―puede ser desde un fallo en la web, un corte de luz o un fallo técnico en el sistema― podemos ver cómo en segundos perdemos parte o toda la información detrás de nuestro sitio web. Algo que puede ser catastrófico y que hay que evitar a toda costa.
Algo tan simple como realizar una o varias copias de seguridad nos da un colchón de seguridad tanto en caso de pérdida, como de error. No solo es útil en caso de que se pierda algún dato, también lo es si realizamos algún cambio que no tiene el resultado esperado.
Tener una copia de seguridad de nuestro sitio web nos permite volver a versiones anteriores de manera sencilla y sin perder nada por el camino.
Puede ser una copia local, en el dispositivo o dispositivos que estemos utilizando, o también en la nube. Si queremos ser muy cautos, podemos optar por ambos. Siempre y cuando sea fácil de actualizar y de acceder y no haya riesgo de eliminación por error, cualquier lugar donde guardemos la copia servirá.
Configura tu nueva cuenta y espacio de hosting
Adaptarse a un nuevo servicio de hosting no siempre es sencillo. Seguramente estemos acostumbrados a cierta interfaz o herramientas y al cambiar nos veamos un poco mareados frente a un panel completamente distinto.
Es cierto que siempre hay líneas y elementos comunes en todas las interfaces, la experiencia de usuario o UI también aplica a las herramientas que usamos para gestionar todo lo relativo a nuestro sitio web internamente.
Es importante, antes de lanzarnos de lleno, configurar nuestra cuenta en el nuevo servicio de hosting y asegurarnos que todo está en orden. Además de nuestros datos, controlar que el servicio contratado sea el elegido, controlar otras opciones o incluso como se puede mejorar el plan, en caso de que sea necesario.
También tendremos que tomarnos un tiempo para familiarizarnos con el nuevo panel de control. Entender y buscar donde están las herramientas básicas que vamos a necesitar y también investigar algunas que quizás no conozcamos o que no estaban incluidas en nuestro servicio anterior.
Aunque puede parecer una pérdida de tiempo, hay que tomarse un periodo de adaptación entre para acostumbrarnos y hacernos con el control al cambiar entre dos proveedores diferentes de hosting. Nos permitirá tener una transición más fluida y conseguir que nuestra web siempre esté operativa y funcionando.
Transfiere los archivos
Ha llegado el momento de llevar a cabo la migración en sí. La parte más compleja, crucial y, sobre todo, delicada. Aquí es donde un error puede poner en riesgo todo nuestro trabajo hasta la fecha y hacer que la web deje de estar en línea y los clientes puedan visitarla.
Los archivos y la copia de seguridad estarán guardados en el servidor antiguo y tendremos que descargar todos los archivos para subirlos al nuevo servidor de hosting. Estos archivos incluyen todo lo que constituye nuestro sitio web: archivos multimedia, base de datos, archivos de configuración, código fuente, registros DNS, etc.
La mayoría de las veces, esta transferencia se realiza a través de FTP ―Protocolo de Transporte de Archivos en inglés― y hay que evitar problemas durante la transferencia que puedan causar daños irreversibles o corromper los archivos.
Lo ideal en estos casos es que alguien con experiencia técnica y conocimientos en el asunto lo lleve a cabo o, como mínimo, supervise que todo se realiza de forma correcta. Es uno de esos casos en los vale la pena delegar y pagar por alguien que se encargue de realizar esta tarea.
Aunque parezca una tarea sencilla, hay mucho en riesgo y muchos factores que pueden hacer que algo no salga como se esperaba. El mejor consejo que podemos dar es tomar todas las precauciones posibles.
Configura el sitio web en el nuevo hosting
Una vez que todos los datos y la información están ya subidos al nuevo servidor, es hora de ajustar las pequeñas diferencias que puedan surgir a la hora de emplazar nuestro sitio web en un nuevo servidor.
Si hemos hecho un buen estudio previo, no debería haber muchas incompatibilidades y la transferencia se ha realizado de forma orgánica. Uno de los puntos que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir un nuevo proveedor de hosting es intentar que sea lo más compatible posible con la plataforma de origen.
Una vez que todo está ajustado, tenemos que empezar a realizar algunas pruebas para asegurarnos al 100% que todo está funcionando correctamente. No queremos que sean los visitantes quienes encuentren los fallos, debemos adelantarnos y hacer pruebas piloto de todas las funciones de la web.
Puede haber enlaces rotos o un código mal copiado incluso en el rincón más recóndito del sitio web, por lo que es importante que hagamos un análisis minucioso y probemos absolutamente todos los elementos que haya.
Algo tan básico como un error 404, un enlace que no dirige a ninguna parte o un botón con un javascript vacío puede hacer que perdamos visitas. Por eso, las pruebas previas al lanzamiento son muy importantes para evitar problemas futuros.
Actualización de registros DNS
Una vez que nos hemos asegurado que todo en la web funciona como esperábamos, es momento de lanzar definitivamente la web en el nuevo proveedor de hosting. Para ello, es necesario actualizar los registros DNS para que la página web y la URL dirijan a los usuarios hacia el nuevo proveedor.
Si bien lo hemos obviado, nunca es recomendable cancelar el servicio previo de hosting hasta ya pasado un tiempo funcionando en el nuevo servidor. Aunque pueda suponer un coste extra, para evitar posibles caídas y, sobre todo, para siempre disponer de un plan B en caso de fallo, es una práctica recomendable mantener el proveedor anterior por un tiempo.
Por ejemplo, el proceso de actualización de registros de DNS puede tardar horas ―en algunos casos incluso días― por lo que si queremos que nuestra web siga funcionando durante este periodo, debemos mantener el servicio de hosting anterior.
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